El 23 de abril es una fecha muy importante para mí. No es por el hecho de que sea el día del libro, ni el cumpleaños de Anapesto y se estrene su primera temporada, no.
Si a la gente de Monzón les nombro el 23 de abril del 2004, muy pocos recordarán que pasó aquella fecha. El 23 de abril del 2004 Aquelarre dio su primer concierto, pero para mí va más allá.
Recuerdo que era una noche calurosa, como la de hoy. Yo llevaba una camisa negra que me había regalado mi primo esa misma tarde y estábamos cenando en casa de un amigo porque era su cumpleaños. El concierto fue en el pabellón metálico de la feria de arte montisonense, Arteria.
No paraba de entrar gente: amigos, amigas, familia, madres acompañando a sus hijas, personas especiales... todo el mundo que en aquellos momentos nos importaba.
Llegaron las 2:30 a. m. y acabó la danza del vientre. Retocamos por última vez el sonido y comienza a sonar "La marcha Imperial" de Stars Wars. Un Luismi anfetamínico derrochó toda su fuerza desde el primer tema, sin apenas voz que lo acompañara. Pero esa noche no importaba, mi sueño se hacía realidad.
Todavía recuerdo los 14 temas que sonaron y su orden, lo que dije entre canción y canción, a quien dediqué, que fallos hubo (y eso que hubo muchos)...
Pero, además del hecho de estar con mis mejores amigos haciendo lo que más nos gustaba, había algo especial. Por mi cabeza pasaban las imágenes de un mini-Luismi cantando frente al espejo, imáginandose que frente a él estaba lo que en ese momento yo veía. Desde entonces no he parado, musicalmente, y no pienso hacerlo.
Me dicen que no se puede tener un mejor día de tu vida. Pero yo lo tengo, ¿cuál es el vuestro? El mío es el 23 de abril del 2004.
¿Has sabido alguna vez que yo también te miraba?
jueves, 23 de abril de 2009
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1 comentario:
Ole, dios fue una noche brutal k bien m lo pase si esk staba como en una burbuja.
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