No es la primera vez que esta fabulosa chica me salva. Esta vez me ha salvado de una de las peores cosas que nos pueden pasar a los jóvenes: la monotonía. En este fatídico mes en el que te levantas con el Sol y te acuestas mucho más tarde que él, siempre abrazado a enormes puñados de folios, ha aparecido Zahara para recordarme que hay vida más allá de la Universidad, que no somos máquinas que sólo podemos leer, releer, rereleer... hasta aburrirnos de eso que tanto nos gusta.
Es la sexta vez que la veo (empieza a ser un número considerable) y cada vez me sigue sorprendiendo más. ¿Cómo seguir alabándola sin caer en la redundancia? Es difícil.
Todos los conciertos te hacen sentir de diferentes maneras pero nunca había echado una lagrimilla en ninguno... hasta hoy.
¿Has sabido alguna vez que yo también te miraba?
domingo, 13 de junio de 2010
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2 comentarios:
Gracias a ti la conocí, y las canciones me ponen la carne de gallina.
Cuando vi que volvía a Zaragoza me acordé de ti :) Muy buena manera de desconectar de exámenes, aver cnd welves por aki y te veo!
gracias
:)
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