Se presentaba un sábado nefasto: sin plan a la vista y con la obligación de ir a cortarme el pelo y al piñólogo (dos de los peores momentos que se pueden vivir). Menos mal que para arreglar un día así siempre surge algo y, esta vez, surgió Zahara.
Tan fabulosa como siempre, con el premio de la múica a autora revelación recién recogido y dispuesta a volver a hacer un precioso acústico. Lástima que la sala no fuera la adecuada para este tipo de eventos y no paráramos de escuchar los murmullos de la gente por detrás pero, aún así, siempre genial. Además de las canciones ya habituales en su repertorio, pudimos escuchar cuatro canciones nuevas: Adiós (esta ya tiene un tiempo), Los amigos de Darío, El lugar donde viene a morir el Amor y Pregúntale al polvo (la más reciente de las cuatro).
Tras el concierto estuvo espectacular, como siempre. Atendió uno a uno a todos lo que le pedimos una foto y escuchó todo lo que le queríamos contar cada uno de nosotros, todos con nuestra batallita preparada, lista para contar.
Hay gente que se lo merece todo pero, tú, más.
¿Has sabido alguna vez que yo también te miraba?
domingo, 7 de marzo de 2010
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1 comentario:
muchísimas gracias!
:)
con personas que saben apreciarlo siempre es facil!
un besito!
z
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