Ayer asistí en La Romareda al Real Zaragoza – Real Madrid y no he podido evitar recordar aquellos años en los que iba al fútbol de manera más o menos continua. Hacía más de diez años que no iba a un partido y, lógicamente, me he acordado (y me han recordado) muchas historias.
Ahora sigo el fútbol un poco, más que nada para echarme una(s) cerveza con los amigos y poder discutir con ellos mientras, me gusta, pero de esto hace muy poco tiempo. De pequeño me gustaba ir al campo pero el fútbol era lo de menos, lo que me gustaba era dar la nota (la daba… y mucho). El “Paquete Higuera”, gran jugador en la historia zaragocista, llegó a decirme en un partido: “Si toda la afición fuera como tú ganaríamos todos los partidos, eres un monstruo” (es una de las historias que hoy me ha contado mi padre, aunque ya la recordaba).
El fútbol en el campo cambia mucho: liberas mucha adrenalina, te desgarras la garganta, cantas, aplaudes… Es otro mundo que verlo por la tele (aunque la cerveza en el campo es 0,0).
Pero lo importante es saber que el fútbol no es más que un deporte, otro Juego, aunque genere y mueva más dinero que los demás. Por eso hoy me he sentido orgulloso de ser zaragocista aunque halla(mos) perdido (muy injustamente) porque los jugadores le han echado dos cojones y han sabido hacer sufrir a un Madrid de 250 millones. Han sufrido y no han sabido Jugar bien, no se merecen ganar la liga y se merecen haber echo el ridículo en Europa. Pero si ganaran, me alegraré.
¿Has sabido alguna vez que yo también te miraba?
domingo, 25 de abril de 2010
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