¿Has sabido alguna vez que yo también te miraba?

domingo, 23 de mayo de 2010

No soporto estar quieto

Por eso odio tener que coger dos trenes cada semana, tener que aguantar cinco horas de clase diarias, no poder ir a la montaña, estar en casa, en el médico, en el dentista…

Por eso me cuesta intimar con alguien que le guste estar quieto, por eso se cansó de mí, por eso me cansé de ella, por eso no tengo ningún futuro claro, por eso me he caído tantas veces, por eso tengo tantas cicatrices, por eso le hice daño, por eso me encantaría volar, por eso me encantaría que me hicieras volar…

Por eso me dejo llevar, por eso me equivoqué hace dos años al no llamarte, por eso me encanta bailar aunque no sepa hacerlo, por eso me encantan los conciertos, el sexo, el Rock’n Roll, los gerundios, lo imposible, lo impoposible, tus ojos negros, las aventuras, las madrugadas, los besos con lengua, las pelis de acción, soplar los dientes de león, los boleros, la confianza, el desdescanso, El Retorno del Rey, la imaginación…

Por eso siempre intento ayudar a quien creo que lo necesita.



2 comentarios:

Claudia P. dijo...

me ha gustado mucho esta entrada, eres culo inquieto, como yo, pero tp es q eche de menos el poder estar en el médico...

un besote! y a ver si recuperamos esa voz pequeño!! ;)

Carlos dijo...

¡Hiperactividad lo llaman!

Relájate un poco... nos esperan largas horas sentados estudiando...