Hoy se ha despedido de nuestra clase uno de los mejores profesores que he tenido, y lo ha hecho como debe hacerse en una asignatura literaria, con una orgía.
Una hora desvaneciéndonos con muchísima poesía, con Córtazar, con teatro, con Rubén Darío... una orgía literaria en condiciones. Es una pena que a algunos nos cueste tanto participar en clase porque hoy, la verdad, merecía la pena. Además hay un poema de Neruda con el qe actualicé estas Navidades que hubiera encajado perfectamente con el ambiente literario de la sala.
Menos mal que las cosas buenas siempre abundan y ya estamos preparando otra orgía literaria con los compis de Zaragoza. A la primera que hicieron no pude asistir (estaba escondido por el Pirineo Oscense, a la sombra de la cima de Monte Perdido), pero en la próxima no faltaré.
Este profesor me ha transmitido un gusto por la literatura hispanoamericana increíble y, sin duda alguna, ha ampliado mi lista de "lecturas pendientes" muchísimo. Sin embargo, otra profesora de literatura ha conseguido no transmitirme ningún gusto por dos poetas a los que siempre he adorado y siempre adoraré, Espronceda y Bécquer, al que ha intentado explicarnos en una hora (un insulto a la poesía romántica).
¿Has sabido alguna vez que yo también te miraba?
martes, 26 de enero de 2010
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2 comentarios:
Qué razón en todotodotodo lo que dices. Ójala todas las clases terminaran como ésta ;)
Una gran experiencia la de la orgía literaria, ojalá hubiese más actividades y oportunidades como esta a lo largo de la carrera. Aquí el testimonio de la de mi año:
http://irethblue.blogspot.com/2006/01/de-orgas-literarias.html
He llegado aquí desde el blog de Ladynere, un placer.
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