Nunca me ha gustado celebrar San Valentín, pero sí que me gusta que haya un día dedicado al Amor. No hace falta regalar nada, tener sexo... ni siquiera estar enamorado. Sólo tienes que alegrarte por los que sí que están y son felices tan sólo con eso.
Así que, para hacer feliz a los enamorados, este San Valentín he hecho de mensajero de palabras que nadie que había dicho (en voz alta), pero que sí las querían decir, y he hecho de repartidor de los regalos que no me gustaría regalar un 14 de febrero.
¿Has sabido alguna vez que yo también te miraba?
domingo, 14 de febrero de 2010
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2 comentarios:
y ese pedazo de ramo??!!
el sábado hice de mensajero de Flores Castillón con Beroy jaja
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