Se nos echa encima el tiempo y nosotros de cachondeo.
La proximidad del verano atrajo al buen tiempo y así no hay quien se concentre en hacer trabajos. Solo, con las luz de la lámpara del escritorio, sin nadie a quien contar un chiste y escuchando los gritos de los niños por la ventana. ¡Qué mala época para ser estudiante!
Pero hay una noticia que sobresale por encima de estas divagaciones hasta rozar las estrellas: hemos empezado a grabar una maqueta. ¡Exactamente! El grupo llamado DeGolpe (por el momento) comienza su lucha por dar mal encima de un escenario, así que muy pronto recibiréis la noticia de dónde podéis descargar las canciones.
Quiero avisaros también que pronto crearé un blog sobre el grupo con toda la información, descargas, críticas de conciertos… Así que se me acumula la faena.
Pero mantengámonos al margen de mi vida, que últimamente sólo hablo de mí y visualicemos una historia que apareció en el programa Salvados.
Me pareció una historia muy bonita, así que aquí está:
¿Has sabido alguna vez que yo también te miraba?
lunes, 30 de marzo de 2009
lunes, 16 de marzo de 2009
Mi Robin Hood
A lo largo de mi vida siempre me he sentido identificado con tres personajes: Aladdín, Peter Pan y Robin Hood.
Siempre he pensado que a Aladdín es al que más me parezco, comete errores pero al final soluciona todo.
¿Quién no se ha sentido identificado con Peter Pan? Ese empeño por ser feliz no lo tiene todo el mundo. Es mi personaje favorito, sin duda.
Siempre he intentado ser una persona justa, como Robin Hood, intentando ayudar siempre a “pobres” e incordiar a “ricos”. Pues ahora resulta que se ha descubierto un manuscrito en la biblioteca de la Escuela Eton, donde hay 23 palabras en latín a modode anotación que dicen: “En esta época, según la opinión popular, un ladrón con el nombre de Robin Hood y sus cómplices, infectaron Sherwood y otras regiones respetables y honradas de Inglaterra con sus continuos robos”. Claro, la prensa, tan profesional ella, ya se ha dedicado a divulgar a los cuatro vientos las palabras del manuscrito.
Mi pregunta es la siguiente: Si en una época lejana alguien encontrara una grabación de, por ejemplo, la COPE hablando sobre tal o cual suceso, ¿deduciría que las cosas son así?
No hay ningún dato histórico sobre la existencia real de Robin Hood, no hay acuerdo sobre si es leyenda o es personaje histórico, pero ya están los “mini-paquitopantanos” en los foros poniendo a parir al rojo de Robin Hood.
¿Algún día aprenderá la gente a no creer todo lo que escucha? ¡Cuántos disgustos se ahorrarían en la vida!
No voy a decir que no sea cierto lo que este especialista medieval a descubierto, pero me cabrea que aun en el siglo XXI se sigan presentando datos tan importantes sin pruebas concluyentes (¡la prensa del corazón está haciendo mella!).
Que los periódicos y los críticos digan lo que quieran. Para mí, mi Robin Hood, siempre será éste:
jueves, 12 de marzo de 2009
¿Quién atrapa a quién?
Supongo que poca gente de la que lee mi blog sabe de la existencia del “otro blog” en el que participo de forma protagonista junto a otros tres personajes. Ese blog es totalmente anónimo, así que no os molestéis en buscarlo porque no nos vais a encontrar, pero me parecía mal que no supierais que tengo otro rinconcito donde escribo cosas que nunca escribiría aquí.
Como ya os he dicho, el “otro blog”, lo comparto con tres amigos. Uno de ellos (puede que yo, no lo sé) ha publicado un texto que me ha gustado mucho y me apetecía ponerlo aquí, pero tenía que decir de dónde procedía porque pido vuestra colaboación para ayudarlo. He cambiado el texto para que se adapte al perfil de “Con un palo escalé el Everest” y no podáis encontrar el “otro blog” (¡qué malote soy!). Ahí va:
Recuerdo mi primer encuentro con ella. Es la única chica con la que no me hubiera gustado acostarme la primera vez que la vi, pero lo hice. Era una niña buena, muy lista y simpática, me hubiera gustado conocerla un poco más. A la mañana siguiente se despertó en mi coche, con una resaca de campeonato, y yo la estaba mirando. La vi mucho más guapa que por la noche. Me sonreía, igual que hacía yo, y la llevé a casa de su amiga para que descansara. Nos despedimos. Cuando se fue no pude evitar pensar: “¿Qué hace un ángel como tú en un infierno como el mío?”. Ella sabía cómo soy, sabía que en ese momento no pensaba volver a verla más, que soy lo contrario a ella, pero aun así lo hizo, se acostó conmigo
Pasaron dos meses y medio hasta que nos volvimos a ver. Saludo incómodo, pregunta inútil forzada y despedida.
Tercer encuentro: entras en mi red, ¿o tal vez sea yo el que se adentra en la tuya? Hablamos un rato y nos reímos. Sabes cómo soy, ¿por qué vuelves? Nos besamos.
En mi último encuentro con ella me dejé llevar. Sentí lo que nadie de quien he escrito en este blog me ha hecho sentir. Las finas hierbas del césped son testigos directos de que esa noche no era sólo sexo.
Ya han pasado cuatro días y aún no hemos vuelto a hablar. Quiero decirle lo que siento, per debería renunciar a mi estilo de vida, algo que me cuesta demasiado.
Así termina este maravilloso texto. ¿Renunciaríais a vuestro estilo e vida o cambiaríais por algo tan efímero como puede ser esta chica?
Espero que os haya gustado. Me atraen mucho las crisis de identidad, por eso me gusta tanto este texto.
Os dejo una canción para la ocasión. ¡Abrazos!
Pintando el Cielo - CARLOS CHAOUEN
Una nube azul, asomo de tormenta
Y el otoño en ti
Es siempre primavera necesito huir
A un mundo de miradas transparentes
Debí haberte besado más urgentemente
Debí haberte ofrecido más en todos los sentidos
Pero me enamoré de las gaviotas
Que volaban a otros nidos
Una cita hoy de aquellas de domingo
Me podría salvar de todos los hechizos
Estaré en el bar
Allí dónde se cruzan mis caminos
Dónde voy desmembrando a mis amigos
Dónde voy aduciendo la necesidad del beso
En vaporosos iris dilatados de la mano de un mal vino
Me paso la vida
Buscando un enigma
Pintando en el cielo
Me muero en tu risa
No he estado en mejor estación que en tu pecho
Me paso la vida
Buscando un enigma
Pintando en el cielo
Y si me condenas
Elijo la crucifixión en tu pelo
Y pasea Madrid
Al ritmo de mis pasos
Y otro corazón que suena a blasfemia
Pido algún favor
A las estrellas solas de la noche
Y añoro la complicidad del coche
Buscando aparcamiento como quién buscaba aliento
Y todos los semáforos en rojo
Eran puntos de derroche
Me paso la vida
Buscando un enigma
Pintando en el cielo
Me muero en tu risa
No he estado en mejor estación que en tu pecho
Me paso la vida
Buscando un enigma
Pintando en el cielo
Y si me condenas
Elijo la crucifixión en tu pelo
Como ya os he dicho, el “otro blog”, lo comparto con tres amigos. Uno de ellos (puede que yo, no lo sé) ha publicado un texto que me ha gustado mucho y me apetecía ponerlo aquí, pero tenía que decir de dónde procedía porque pido vuestra colaboación para ayudarlo. He cambiado el texto para que se adapte al perfil de “Con un palo escalé el Everest” y no podáis encontrar el “otro blog” (¡qué malote soy!). Ahí va:
Recuerdo mi primer encuentro con ella. Es la única chica con la que no me hubiera gustado acostarme la primera vez que la vi, pero lo hice. Era una niña buena, muy lista y simpática, me hubiera gustado conocerla un poco más. A la mañana siguiente se despertó en mi coche, con una resaca de campeonato, y yo la estaba mirando. La vi mucho más guapa que por la noche. Me sonreía, igual que hacía yo, y la llevé a casa de su amiga para que descansara. Nos despedimos. Cuando se fue no pude evitar pensar: “¿Qué hace un ángel como tú en un infierno como el mío?”. Ella sabía cómo soy, sabía que en ese momento no pensaba volver a verla más, que soy lo contrario a ella, pero aun así lo hizo, se acostó conmigo
Pasaron dos meses y medio hasta que nos volvimos a ver. Saludo incómodo, pregunta inútil forzada y despedida.
Tercer encuentro: entras en mi red, ¿o tal vez sea yo el que se adentra en la tuya? Hablamos un rato y nos reímos. Sabes cómo soy, ¿por qué vuelves? Nos besamos.
En mi último encuentro con ella me dejé llevar. Sentí lo que nadie de quien he escrito en este blog me ha hecho sentir. Las finas hierbas del césped son testigos directos de que esa noche no era sólo sexo.
Ya han pasado cuatro días y aún no hemos vuelto a hablar. Quiero decirle lo que siento, per debería renunciar a mi estilo de vida, algo que me cuesta demasiado.
Así termina este maravilloso texto. ¿Renunciaríais a vuestro estilo e vida o cambiaríais por algo tan efímero como puede ser esta chica?
Espero que os haya gustado. Me atraen mucho las crisis de identidad, por eso me gusta tanto este texto.
Os dejo una canción para la ocasión. ¡Abrazos!
Pintando el Cielo - CARLOS CHAOUEN
Una nube azul, asomo de tormenta
Y el otoño en ti
Es siempre primavera necesito huir
A un mundo de miradas transparentes
Debí haberte besado más urgentemente
Debí haberte ofrecido más en todos los sentidos
Pero me enamoré de las gaviotas
Que volaban a otros nidos
Una cita hoy de aquellas de domingo
Me podría salvar de todos los hechizos
Estaré en el bar
Allí dónde se cruzan mis caminos
Dónde voy desmembrando a mis amigos
Dónde voy aduciendo la necesidad del beso
En vaporosos iris dilatados de la mano de un mal vino
Me paso la vida
Buscando un enigma
Pintando en el cielo
Me muero en tu risa
No he estado en mejor estación que en tu pecho
Me paso la vida
Buscando un enigma
Pintando en el cielo
Y si me condenas
Elijo la crucifixión en tu pelo
Y pasea Madrid
Al ritmo de mis pasos
Y otro corazón que suena a blasfemia
Pido algún favor
A las estrellas solas de la noche
Y añoro la complicidad del coche
Buscando aparcamiento como quién buscaba aliento
Y todos los semáforos en rojo
Eran puntos de derroche
Me paso la vida
Buscando un enigma
Pintando en el cielo
Me muero en tu risa
No he estado en mejor estación que en tu pecho
Me paso la vida
Buscando un enigma
Pintando en el cielo
Y si me condenas
Elijo la crucifixión en tu pelo
jueves, 5 de marzo de 2009
Macarradas por Barcelona
¡Hola, peña!
Publico esta entrada para que sepáis que he estado en Barcelona. Bueno, no estaba solo, venían conmigo la cámara de vídeo y nueve personas más.
¿Que qué he hecho?...
Me he intentado meter en la Sagrada Familia sin pagar, he robado imágenes del "Jarro" Café, he hecho que dos personas durmieran en el albergue sin pagar, he jugado a béisbol con pan, he visto palomos gigantes, he salido en muhas fotos de gente que ni se plantea que yo exista, me han mirado mal por ponerme en fotos de gente que ni se plantea que yo exista, he visto la trompa a un guiri que se llama Steven, he desarrollado la "hipermorrera", me he drogado con Romilar, me he informado sobre putas "Scorts" de Barcelona, he cantado "Eres mi Estrella", he musculado en un gimnasio en plena playa, he dscubierto un instrumento musical que se llama Hang, no me han robado la cartera, me he propuesto comprar un sombrero nuevo para sustituir al mío, he dormido poco, me han despertado a almohadazos, he imitado a King Kong en las torres de la Sagrada Familia, robé una imágen con el móvil en el Museo de Picasso, he entrado en un sitio con la señal de "Prohibido personas humanas", he intentado cazar un gato pero me ha dado miedo, he estado en un "templo Jedi", he puesto mi sombrero a un lagarto enorme, mi sombrero sale en las fotos del Parque Güel de muchísima gente, he contagiado mis anginas a todo mi entorno, he puesto "trampas al Sol", he butizado a perros con nombres característicos, he escalado una "pirámide"... hay más cosas pero ahora no me acuerdo.
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