“Aída” se graba en los estudios de “Globomedia”, donde también se encuentra el plató de “Sé lo que hicistéis…”. Por la tarde estuvieron por el plató, pero hubo algo que a mi hermano le llamo la atención: debajo de la mesa de Patricia Conde, ocultada del público, había una lata de Coca-Cola. Pero eso no fue lo que llamó su atención, sino que junto a ella yacían los papeles de unos calameros que, literalmente, mi hermano venera. Son unos caramelos de fresa que parecen gominolas, la verdad es que están muy buenos y raro es el día en el que no hay ninguno por casa. En días de “supervivncia total” en el piso, a falta de alimentos, le han servido para poder pasar una cena tras la ingestión de incontables unidades. Como no podía ser menos, mi hermano se había llevado una bolsa bastante llena al viaje.
Al parecer él se quedó atónito con la imagen de la Coca-Cola y el montón de papelines que Patricia no había recogido. ¡Dudo incluso que Dios supiera lo que pasaba por su mente! De pronto salió de su trance, pestañeó levemente e hizo un pequeño movimiento. Su voz no fue capaz de articular palabra así que recurrió a la señalización, nadie sabía lo que pasaba.
Se acercó lentamente hacia la mesa. Cuando la alcanzó, se puso de rodillas y sacó todo los papeles que habían perdido su dulce corazoncito, dejando los caramelos que le quedaban para el resto del viaje junto a la Coca-Cola. Se levantó y respiro profundamente,
-Así está mejor- se dio la vuelta y continuó vagando por diferentes platós.
¿Qué la gran Patricia Conde se queda sin caramelos? No mientras Raúl siga siendo estraosférico. Sé que no tiene grandes poderes pero, sin duda alguna, es un héroe de la Edad Etratosférica.