7:30/9:30 Dos horas que nunca recuperaré

La luz del Sol en mis ojos me obliga ha despertarme. ¡Mi cabeza va a estallar! ¿Dónde estoy? Sentado en el autobús pasando por enfrente del centro cívico de la Almozara. En frente tengo mi maleta. ¿Cómo coño he llegado aquí? ¿Qué ha pasado hasta ahora? Me palpo los bolsillos y noto mi cartera, está vacía… no me sorprende.
Llego a la estación de autobús y todavía falta media hora para que salga el bus hacia Monzón. Me siento en el suelo y saco mi móvil. ¿Una llamada a Ferry a las 5:10 de la madrugada? Me va a matar. Un mensaje a los amigos comunicándoles lo feliz que soy, será que me lo pasé bien por la noche, ¿no? Otro mensaje a Nere en el que solo se entiende la palabra “pique”, empiezo a recordar. ¿Cuánto bebí? Mucho. Demasiado. Lo necesitaba.
Me acuerdo de la cena en mi casa, la lasaña que preparó Cris estaba cojonuda y la torta (no me acuerdo lo que era exactamente) esa también estaba súper buena. El kalimotxo en proporciones 80/20 (vino/coca-cola) pasaba mejor todavía.
Lo que pasó durante la noche no me inquieta demasiado pero desde el momento en el que me quedo solo en el camino a casa bajo la luz del Sol hasta que me despierto en el autobús no recuerdo nada. ¿Qué me habré perdido? Tenía una alarma programada a las 8:45 para levantarme e ir a coger el bus para volver a Monzón y empezar las prácticas de coche. Los mensajes los mandé a las 7:30 así que calculo que he dormido más o menos una hora.
¿Hubo despedidas ayer? Creo que no. Cuando se fue Saray estaba meando, de Sara y Charles no me acuerdo, de Nere y Marta sé que Nere me pidió disculpas (¿por lo de beber?) y de Rachel me acuerdo que volvimos a casa bien juntitos porque hacía frío y me dio su msn (ahora mismo la agrego). ¿No lloramos los filólogos? ¡Jo! Yo creía que íbamos a llorar.
A las 13:00 llego a casa y me tiro en el sofá, ¡eo, neuronas! ¿Dónde estáis? A las 15:00 cojo el coche por primera vez. Un SEAT Ibiza nuevecito, charlando sobre el mundo con mi profesor. El profesor me dice que meta 5ª y, sin exagerar ni un segundo, 15 segundos después la pongo. Esto no viene a caso pero he efectuado mi primer adelantamiento… ¡a un tractor! A pesar de no tener cerebro soy muy feliz.
Por la tarde estábamos los amigos en una terraza y mi amiga la camarera no pone una jarra de medio litro de cerveza… lo intento pero no puedo.
Ahora llego a casa y voy a ver “American Pie- Beta House”.

Ya sé que es una entrada sin mucha emoción a pesar de la pérdida de memoria y mi adelantamiento al tractor (que seguramente tendrá entrada entera) ¿pero que esperabais? Ayer perdí medio cerebro y la próxima vez que vaya a Zaragoza, que yo la habré recuperado, lo perderé entero.
El otro día en la comida no dije nada pero la verdad que no esperaba hacer amigos tan buenos el primer año y sin conocer a nadie. ¡Os quiero, filólogos!

PD: ¡Ya tengo palo para escalar el Everest! Me lo compré ayer jeje
PD2: Dentro de mi maleta solo hay ropa sucia y un cartón de “Vino de la Casa”.