Rambo

Acabo de llegar a casa después de la tarde del día de San Valentín. Un gran día para los enamorados y un día más para los demás.
Para celebrar este maravilloso día dedicado al sentimiento más hermoso se me ha ocurrido ir al cine para ver la nueva películo de Rambo (no se me ocurría nada más que hacer por la tarde...).

Rambo ya lleva muchos años en guerra y ya era hora de que se retirara, sino en vez de bajar sus películas en el emule tendríamos que hacerlo "vía ouija". Normalmente mi mente tiende a "gozársela" muchos con las películas y, por supuesto, hoy no podía ser menos. Acabo de llegar a casa hace dos minutos y me estoy bebiendo mi segunda cerveza Voll Dam, no beberé más no porque no quiera, sino porque no me quedan más en mi nevera. Ha sido una rápida vuelta a casa en la que no he girado la vista para nada, me he chocado con dos tíos que me han mirado muy mal (la gente de hoy se lo toma todo como una ofensa) en vez de pedirme disculpas por el enfrentamiento. Mi mente me juega malas pasadas: me siento fuerte, física y psíquicamente, me siento grande... los que me conozcan sabrán que hay algo que falla.
Nos encontrábamos en el cine 3 personas, por supuesto, los otros dos eran una pareja que también encontraban romántico a Rambo. La película nos muestra al principio a un Rambo tranquilo y sereno, tendiente a no utilizar frases de más de tres palabras e igual de borde que en las anteriores. Pero los tres espectadores sabemos que muchas veces Rambo intentó volver a casa, abandonar la guerra, pero nunca pudo. En ésta Rambo lo intenta pero sabe lo que es y vuelve al campo de batalla. Tras una increíble batalla con la victoria del esperado vuelve a su casa y no grabará más películas de esta saga.
¿Qué más da que tuviera que ponerse implantes porque su cuerpo ya no es lo que era?
¿Qué más da que en esta película no llore?
¿Qué más da que todo lo haga por una mujer?
"Matar por algo o vivir por nada", la gran frase de la película.

Espera que todos hayáis pasado un gran día de los enamorados. Gracias por leer estas ocurrencias momentáneas que en más o menos siete minutos ya no serán dignas de leer ni siquiera por mí.

Se os quiere
Lus-Mi